El tema sobre el que me refiero en este texto es bien sabido por todos, ya que está en la actualidad deportiva y se ha gastado mucha tinta sobre esta noticia.
Hablo de los nuevos horarios de fútbol, de la nueva ‘’jugada’’ de esos tipos, los cuales se reúnen y se les denomina RFEF. Parece de chiste. En la época en la que estamos tan mal económicamente, el abuso del precio de las entradas y ahora, lo que nos quedaba por descubrir sobre el fútbol-negocio.
Los clubes piden que los aficionados, ya sean locales o visitantes, acudan a los estadios para ver un espectáculo deportivo y de paso llenar las arcas del club y de los bolsillos de la cúpula de cada equipo, pero la mayoría de los que ven ‘’Deportes Cuatro’’ son ilusos y, desconocen que el espectáculo está ocurriendo en la sede del fútbol español. Ya hubo un antecedente hace unos años con una cadena televisiva que perjudicó al club de nuestros amores, y se pudo comprobar que los experimentos deben realizarse con gaseosa. ¿Cuántos aficionados podrán desplazarse un lunes a las tantas de la noche para volver a su ciudad el día siguiente?
Yo, al igual que seguro, más sevillistas, tengo que echar tres horas en la carretera, y otros, a buen seguro, lo estarán más. Simplemente por el amor a unos colores. Cuando vencemos, se sobrelleva, pero en algunos partidos en los que hay que salir pronto de tu casa, el tiempo no acompaña y la carretera, reflexionas y piensas si de verdad merece la pena recorrer ese camino para que se rían de ti estos individuos llamados RFEF, o el mismo Consejo de Administración del Sevilla FC.
Escribo esto para desahogarme frente a ustedes, gente que siente como yo, fanáticos del Sevilla FC y que se encuentra en Gol Norte. En mi opinión, creo que no sería mala la idea de que en algunas gradas ultras, como la nuestra, se pusiese algún mensaje que pudiesen captar las cámaras de los amos del fútbol actual, las de televisión. Ya sabemos que es difícil unirse en este país todas las gradas con una misma finalidad, pero como esto es un artículo de opinión, le doy sentido a este significado.
He odiado, odio y odiaré el fútbol-moderno.
Este deporte de tantos adeptos, siempre fue un deporte de barrio, de cualquier condición social, de unos jugadores enamorados de la afición y del club en el que residían, en el que no se movía tanto billete de por medio, pero todo esto se ha transformado desde hace un tiempo en el fútbol de las televisiones.
Propongo que se proteste de alguna forma, para que los dirigentes de estos canales audiovisuales observen que no todos somos borregos y asentimos con la cabeza con cada ‘’brillante idea’’ que se les ocurre.
No al fútbol negocio.
Ampelmann ‘92 | Publicado en el Fanzine Magiconervion nº9.
Temporada 2009-2010.